[12.05.2009] [02:19 h.]
Buenas noches a quien quiera leerme:
Hoy he tenido mi última sesión con David. No pienso volver allí. Creía que se preocupaba por mí, me hacía sentir bien y escuchada, creía que conectábamos y que me podría ayudar. Quizás sus métodos no estuviesen evitando que la voz viniese, pero no era su culpa, la voz existe aunque él no la escuche. Aún así, pretendía ayudarme... Pero hoy vi que no, que solo soy un fajo de billetes que llevarse a la cartera semanalmente.
He visto las notas que ha tomado durante la sesión. Solo había nombres apuntados, nombres para su futuro bebé y en una esquina, en pequeñito, anotaciones sobre el caso: más medicación para que dejase de lesionarme, hablar con mis padres. Fin.
Ni siquiera me hace caso cuando le hablo. No me autolesiono. Es ella, ella me hace daño, ella tira de mí por las noches, como si intentase sacarme de casa. No deja de decir que tengo que ir con ella, que nadie me quiere y que solo ella lo hará... Antes creía que tenía a alguien, pero ahora... Ahora no.
Quizás sea hora de aceptar mi destino. Dejarme de diarios y pastillas. Voy a dar mi último paseo nocturno.
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